martes, 7 de octubre de 2008

Encrucijadas 2 (1988)





RETORNO DE UNA TARDE LLUVIOSA

Está lloviendo ahora, como ayer,
El ruido de la lluvia me regresa,
Me devuelve el mismo frío, la misma brisa
Y los mismos recuerdos de otro atardecer.

Mas, se compone de distintas complacencias,
Diferentes matices que orlan mi existir;
Hoy sueño más que ayer, medito,
Contemplo sereno el porvenir.

Hoy, más que otrora, quiero ser
Esperanza de un mañana nuevo,
Un solo ser que me renuevo,
Un grano al campo, un florecer.

No intento volver sobre mis pasos,
Sólo sondear ayeres dormidos
Y rescatar los que hoy reviven
Y rememorar aquellos gratos.

Ayer llovía, es hoy lo mismo;
Sentí el olor a hierva fresca, remojada,
Sentí un pesar, estaba solo,
Pernoctaba ausente, sombría la mirada.

Hoy deserté el recuerdo, regresé.
Di paso al ayer, que viene y pasa.
Retorno a esas tardes lluviosas,
Vivo aquellos sueños y lo que imaginé.

(1988, Julio 10)


SABIDURÍA DE MI IGNORANCIA

Ignoro el árbol de mi inocencia,
El semillero de cada cielo,
El rumbo ciego de mi inconsciencia,
Ignoro el hombre y sus cantos nuevos.

Mas, es sabido que mi ignorancia
Desvela puertas, abre caminos,
Se encoleriza, se me rebela,
Cambia las sendas de mi destino.

(1988, Julio13)


DESEO HABLAR...
Deseo hablar con mi conciencia y preguntarle:
¿quién camina con mis pasos?
¿quién sonríe por mis labios?
¿quién escribe? ¿quién medita?

O, quizás pedirle que me impulse,
O que me suelte por momentos, que me deje
Caminar cual inocente criatura,
O, que si caigo, del suelo me levante.

Quisiera hablar conmigo de otras cosas,
de otros detalles vitales del camino,
de dos sendas libres que se parten
en dos mundos distintos, separados.

Quisiera hablar de mí, de mi poesía,
De mi otra parte indescifrable,
De mi tenaz intento por saber
Qué hay de mi mundo y de mi vida.

(1988, Julio 14)


¿QUÉ ERES? (QUÉ SOY)
Eras lo que soñabas.
Las aventuras, tus pies en tierra ajena,
El horizonte rojizo del amanecer,
Pasos tímidos, camino angosto,
El más pequeño soñador.

¿Lo que querías? Despertar a las grandes ideas,
sumergirte en tierra no habitada,
a los cuatro vientos tus poemas recitar,
soltar el hilo que te ataba,
y con tus garfios otro mundo atesorar.

Lo querías. Mas quieren otro mundo designarte,
Un dejarte asir de manos recias,
Que parecen confundirse entre Dureza y Gracia.

Quieres escaparte a veces de Su Cerco,
Quieres, lo mismo, respirar Su Aliento
Y acampar bajo Su Sombra engrandecida
Y, a veces, volver contigo a tu silencio.

Eres el que mejor has sido.
Ahora recorres agobiado dos sendas,
Descansas y, luego, los pasos te llevan
A una que será definitiva: tu propia vida.

(1988, Julio 28)


HA PASADO OTRO VERANO

Ha pasado otro verano.
La hierba está verde y las golondrinas,
Al oído susurran otra temporada
De frías noches y nublados amaneceres,
De otras cartas y otros quehaceres.

Han pasado las tardes rojas,
La polvareda de mis ventanas,
Los sábados de playa, arena y sol,
Los gritos sordos de navidades,
Que no dejan vivir la Navidad.

Ha pasado otro verano
De tibias noches y frías madrugadas,
De hojas secas y viento fuerte.
Han dejado de caer las gotas de rocío.

Ha dejado el hombre de ser niño,
De la noche ha pasado a la mañana,
De inocente a ser compendio
De vivencias, de amor y de cariño.

Mas, vuélvese eterno el ciclo,
Vuelven a cantar los ruiseñores,
Vuelve a brillar el sol cada mañana
Y las canciones vuelven a vaciar
Cada deseo y cada anhelo nuevo.

(1988, Agosto 5)


DESPIERTO
Despierto. Y sobre las sábanas blancas,
Todavía tibias de acariciarte,
También despiertas;
Aunque he dejado un pedazo de la noche en tus sienes;
Y todavía te sumerges en ti,
Te paseas por la noche.

Un pedazo de tu noche
Recorre a puntapié la oscuridad.
Vuelvo a ti y estás aún sobre la cama,
Tu carne aún quieta, apesadumbrada,
Se resiste, se doblega.

Vuelvo a ti y tu boca jadea
Y tus ojos buscan otra noche más cercana.
Entro en ti y voy percibiendo
Que un océano recorre las avenidas de tu cuerpo.

Retorno y te levanto y, bajo el agua,
Acierto que eres el yo dormido.

(1988, Agosto 19)


VEINTE AÑOS HACE QUE TE QUIERO
Veinte años hace que te quiero,
Desde que emergiste al mundo
Sin abrigo y sin tu propia protección,
Desde que un grito primero despertara el alba.

Aún sin conocerte te quería,
Aún sin subsumirme en ti te contemplaba.
Aún queda el espectro nebuloso
De las primeras noches conocidas
Y la borrasca fría que desvela
El deseo ardiente de las sendas recorridas
Y las montañas ascendidas en pertinaz revuelo.

Cómo ha pasado el tiempo y, sin quererlo,
Nos estamos separando.
Y, aunque te quiera y quiera serte fiel,
Del silencio se levanta el ruido
Y de la mano y del alma se apodera
Y nos separa y me separa.

Y, una vez más, seremos víctimas enmudecidas;
Mas, al pasar los años, veinte serán pocos.
Como las hojas recogidas que limpian un campo,
Así será nuestra historia: florecida,
Con los colores de un poema de amor
Y la armonía de acordes inspirados.

(1988, Septiembre 4)


SÓLO TÚ SABES

Sólo tú sabes resumir el universo a un beso,
Sólo a brisa suave tu aliento asemejar.
Tú sólo sabes que te quiero y que me quieres,
Que tu mano y mi mano en la distancia se unen.

¡Cómo pudiera atravesar el silencio de las noches!
¡Cómo quisiera juntar tu cielo con el mío!
¡Cómo quisiera que no hubiera espacio más que el nuestro
y que al juntarse el cielo, se juntara el universo nuestro!

Tú sólo sabes que sabemos que es difícil
Juntar el alma tuya a mi propia alma;
Sólo yo sé que no supimos desvelar el río
Que quiso derramarse entre deseos primeros.

Sólo sabemos que me voy dejando,
Que en busca de horizontes nuevos me sumerjo,
Que tu sonrisa está guardada en mi memoria,
Que mi sonrisa, convertida en mueca se estremece.

Tuyo es el mañana que me guardo
Si esta Voz Divina no escuchara ahora;
Tuyo sería nuestro presente
Si recorriendo el aire, este techo abandonara.

(1988, Septiembre 8)



HOY YA NO SÉ
Hoy quise componer un poema
Y se quedaron trabadas las palabras.
Hoy quise entonar una canción
Y la tristeza interrumpió mi voz.

Hoy quise sacarle melodías a mi guitarra
Y ensordeció mi oído con su llanto,
Hoy quise recordar mis huellas agradables
Y el pensamiento se trabó en alguna noche oscura.

Hoy ya no sé ni qué pensar.
Hoy ya no sé ni qué llorar.
Hoy ya no sé qué voy a hacer.
Hoy ya no sé...

(1988, Noviembre 2)


HOY DEBO PARTIR DE TI
(Hoy debo partir de ti.
Te buscaré quizás mañana en otro puerto
y encenderé la hoguera de un nuevo encuentro
y otra vez las notas de una guitarra me harán vivir).

(1988, Noviembre 2)


DECIR DÓNDE ME ENCUENTRO
Decir dónde me encuentro es volver a mí,
Es mirar la transparencia de un río
Que corre veloz entre peñascos
Y, otras veces, se detiene en un remanso
Y, en medio de la luz, contempla su interior
Y, luego, continúa.

Llegar a mí es descubrir los peros, los entonces,
Y los sin embargos.
Mirar el mañana diferente al ayer
Sin dejar de ser yo mismo;
Limpiar de nuevo las sendas
Y seguir avanzando entre las piedras.

Decir dónde me encuentro es detenerme
-sabiendo que la marcha poco a poco continúa –
y dominar y vencer mi propio cansancio
y, luego, levantar los ojos al horizonte
y, dibujar en una sonrisa la esperanza
de aquellos que dudaron y de los inquietos.

Decir dónde me encuentro es saber que estoy andando.
Mas, la dirección es una incógnita,
Aunque los sueños pregonan esperanzas.

(1988, Noviembre 28).

EL VERSO ES LIBREEl verso es libre, pues, se escribe
Cuando del alma los recuerdos evocan
Añoranzas de otro tiempo.
Se escribe cuando es inspirado el sentimiento
Por un amor lejano, tan distante,
Que el verso es la única vía de acercamiento.

Se escribe cuando hay frases sueltas,
Recortadas en retazos del recuerdo.
El verso es libre, pues, las frases
Que evocan la memoria
Son un torrente espontáneo
Que cubre cada piedra del camino.

El verso es libre, pues, sin rimas,
Cada palabra, cada frase, es fruto nuevo
De un nuevo acontecimiento.
Cada verso es en sí mi vida propia,
Que se derrama y queda plasmada
Y persevera sobre el espacio temporal.

(1988, Diciembre 29).



YO SOY AQUÉL...

Yo soy aquél que escupo las palabras sobre un papel
Para quedarme callado en tiempos de rabia;
Y soy aquél que en vez de estar sentado
Sobre madera de un burdel,
Poso mis ancas en hierva fresca.

Y, cuando de noche los plenilunios se me suceden,
Rompo el silencio con notas sueltas
Y mis canciones llaman al viento
Para que lleven donde mi amada
Las inquietudes, mis sentimientos;
Y, luego, devuelvan el mismo aroma
De noches frescas, tiernas, calmadas,
De flor de azahares y olor de pinos.

Yo soy aquél que amanecí un día siendo arquitecto
Del propio templo que ahora habito.
Y soy aquél que ha ido construyendo dos historias
Sin saber que sólo es una a la que pertenezco.

(1988, Diciembre 29).